ICL
Cirugía refractiva con lentes intraoculares ICL (Lente de colamer implantable)
Desde su introducción hace más de 30 años, la tecnología para la cirugía ocular láser sobre la córnea (lasik) ha progresado constantemente, ofreciendo mejores y más consistentes resultados a un grupo cada vez más amplio de candidatos para la cirugía refractiva. Sin embargo, a pesar de todos estos avances, todavía existe un número importante de pacientes que no son buenos candidatos para la corrección de su visión con láser. Es el caso de pacientes con córneas delgadas o de forma irregular, defectos refractivos muy elevados, ojos muy secos o cualquier combinación de estos factores.
En estos pacientes puede estar indicada la corrección de su defecto refractivo mediante la implantación de una lente ICL.
¿Qué es una lente ICL?
La lente de colamer implantable o ICL es un tipo de lente flexible de las llamadas lentes fáquicas, es decir, que para su implantación no se elimina el cristalino o lente natural del ojo. Una ICL es una lente artificial, de función similar a una lente de contacto, que se implanta frente a la lente natural del ojo, pero detrás del iris, por lo que es prácticamente invisible para los observadores externos.
Con una pequeña incisión de 3 mm se implanta entre el iris y el cristalino, sin extraerlo. Se conserva así la capacidad de acomodación para tener también una buena visión de cerca. Por este motivo suele indicarse a pacientes jóvenes (menores de 40 años). Con esta técnica se pueden llegar a corregir hasta 20-21 dioptrías en casos de miopía y hasta 10-12 dioptrías en casos de hipermetropía.
Es una técnica de última generación que se realiza con anestesia tópica (gotas anestésicas) y con la que se obtienen resultados inmediatos y excelentes. La intervención dura aproximadamente unos 10 minutos por cada ojo y no requiere ingreso hospitalario. Las lentes ICL, como el resto de lentes intraoculares, no se degradan, están fabricadas con materiales biocompatibles y, por tanto, no provocan ninguna reacción del organismo hacia ellas. Otra de sus grandes ventajas es que es una técnica reversible.
Para poder implantar la ICL se necesita un mínimo espacio en la zona del ojo donde debe colocarse. Éste es el espacio que existe entre la córnea y el cristalino. En la gran mayoría de las veces, el espacio es suficiente en el caso del ojo con miopía. En el caso de la hipermetropía este espacio puede ser más reducido y debe medirse bien antes de indicar la intervención.
Actualmente, existe una tendencia al alza en la implantación de este tipo de lentes, ya que presentan ciertas ventajas respecto a los tratamientos con láser sobre la córnea (lasik), sobre todo en caso de miopía alta. En la mayoría de los casos mejora la calidad de visión. Por este motivo y por ser un proceso reversible, hace que muchos pacientes opten por este procedimiento por la corrección de su defecto refractivo.
¿En qué casos está indicada la implantación de lentes ICL?
La cirugía refractiva con ICL está indicada para pacientes jóvenes (entre 21 y 40 años) con un grado de miopía o hipermetropía elevado o astigmatismo importante. En este grupo de edad también está indicada cuando la corrección de los defectos de refracción con la aplicación de láser sobre la córnea (Lasik) está contraindicado, como es el caso de tener córneas delgadas o irregulares o sequedad ocular. También en casos de visiones bajas, a pesar de la mejor corrección óptica, normalmente se obtienen mejores resultados con el implante de una lente ICL para corregir los defectos refractivos que con la utilización de la técnica LASIK.
Para realizar el estudio y valorar correctamente la indicación de este tipo de lente, los pacientes portadores de lentes de contacto deben interrumpir su uso una semana antes de la exploración preoperatoria si es una lente de contacto blanda y durante 10 días si se trata de lentes de contacto rígidas. Previamente a la cirugía solo hace falta estar 3 días sin ella.
Indicaciones y contraindicaciones
Se puede operar cualquier persona mayor de 21 años que tenga algún defecto refractivo elevado, ya sea miopía, hipermetropía y/o astigmatismo, y que estos no hayan variado significativamente durante al menos el último año. También aquellos pacientes que, teniendo la graduación estabilizada, no sean aptos para corregir su defecto con láser (técnica LASIK).
La intervención está contraindicada en personas con patologías oculares importantes como cataratas o inflamación intraocular. Las mujeres embarazadas no son buenas candidatas para esta cirugía, puesto que durante el embarazo puede haber cambios en la graduación.
Espacio con medidas anti covid-19
MEDIDAS adoptadas por el Instituto Oftalmológico de Cataluña por una mayor seguridad frente al Coronavirus (COVID-19) durante las visitas en nuestro centro:
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