El sistema visual humano se desarrolla a medida que el cerebro madura, un proceso que tiene una duración de alrededor de diez años. Aunque los ojos de un recién nacido tienen ópticamente la capacidad de ver, su visión es muy limitada; tienen,por ejemplo, la capacidad de ver las formas de las personas, pero no sus características. Esto es en gran parte debido a la inmadurez de su cerebro, que todavía no ha aprendido la forma de procesar los mensajes visuales que recibe. Conforme va avanzando el desarrollo visual, ese mismo niño con el tiempo será capaz de detectar el más mínimo detalle en una imagen.

La progresión habitual del seguimiento visual en el niño incluye la capacidad de seguir un objeto situado en la línea media del campo visual en las primeras 2-6 semanas de vida, seguirlo pasando la línea media a los 1-3 meses, y seguir un objeto en los 180 grados del campo visual a los 3-5 meses. Si el niño no está cumpliendo con estos plazos del desarrollo a tiempo, es aconsejable consultar al pediatra o al oftalmólogo para su valoración.

La agudeza visual va progresando de manera que a los 4 años la capacidad visual puede ser cercana a la del adulto y a los 8 años ya está totalmente desarrollada

Cuando el niño puede colaborar en los test subjetivos de visión es necesario la derivación al oftalmólogo de aquellos niños que entre los 3 y 5 años no alcancen una agudeza visual de 20/40 (0.5) o de 20/30 (0.6) para los niños de 6 o más años de edad. También es necesario cuando haya una diferencia significativa de visión entre ambos ojos, aunque el ojo que menos vea cumpla con los criterios mínimos de visión (criterios establecidos por la Academia Americana de Pediatría).